miércoles, 29 de enero de 2014

“Huevos de serpiente y lenguas de dragón” (18) (Schlangeneier und Drachenzungen)

Heraclio ASTUDILLO-POMBO, del Dept. de Medi Ambient i Ciències del Sòl, de la Universitat de Lleida

Creencias y prácticas populares relacionadas con algunos tipos de fósiles, considerados como “piedras curativas” (Heilsteine) o “piedras protectoras”(Schutzsteine) (Continuación, 12ª parte) 

Las “piedras lenguas” (Zungensteine), “lenguas  de serpiente“ (Natternzungen) y “glosopetras” (Glossopetren).  
Segunda parte: Información en forma de notas complementarias, al texto original, añadidas por el traductor

Dado que existe amplia información relacionada con este tipo de fósiles, el traductor se ha tomado la libertad de ampliar, ligeramente, el contenido del texto original, con la intención de que mejor contextualizado pueda resultar más comprensible a l@s lectores/as no especializados. 

(1) Según fuera su forma y tamaño, fueron consideradas como pertenecientes a diversos tipos de animales. Las mayores se supusieron "lenguas de dragón" (Drachenzungen), las medianas, "lenguas de serpiente/víbora" (Schlangenzungen, Natternzungen) y las pequeñas, "lenguas de ave" (Vogelzungen). 

(2) Se suponía que advertían de la presencia de veneno, mediante cambios de color o produciendo sudoración. También se creyó que podían neutralizar los efectos de cualquier tipo de  veneno, encubierto, cuando se mantenían muy cerca de todo aquello que hubiera podido ser emponzoñado por envenenadores profesionales, como podían ser los diferentes componentes de la vajilla y de la cubertería o los alimentos y bebidas e incluso la sal. 
Durante toda la Edad Media, el Renacimiento e, incluso, el inicio del Barroco, este tipo de
"piedras antivenenos" no faltaban en las mesas de la nobleza y de la alta jerarquía eclesiástica, europeas.

Lenguario. de plata y plata sobredorada, con dientes fósiles de tiburones, representando la genealogía de Cristo, denominado "Stammbaum Christi" (árbol de Cristo) o "Natternbaum"(árbol de las serpientes). En este caso particular, se puede observar, como pieza culminante del lujoso amuleto, un diente de Carcharodon. Perteneciente a la colección Historisches Grünes Gewölbe de Dresde (Alemania)
Imagen: Staatliche Kunstsammlungen Dresden

Las llamadas “piedras lengua” formaban parte de lujosos objetos llamados "lenguarios" o "árboles linguales" que presidían las mesas nobiliarias y protegían a los ricos  comensales de resultar envenenados. Los comensales paranoicos acostumbraban a descolgar una de las piedras lengua” suspendidas, para cerciorarse que aquello que iba a ingerir no contenía veneno. También constituían parte de objetos lujosos, más sencillos, consistentes en una piedra lengua sostenida por un mango de material noble. La forma más extendida y popular, fueron las piedras lengua” engarzadas en plata y sostenidas por una corta cadenita, del mismo material, para uso personal, pero que supuestamente, gozaban de los mismos poderes, protectores, maravillosos.

(3) Entre los romanos, se creía que  quien poseyera una de tales piedras, por medio de su mágica influencia, podría desatar la lengua de las personas más discretas y hacerlas "confesar" los secretos más inconfesables.  Que podrían "debilitar" la voluntad de los hombres "insobornables" haciéndolos cómplices e, incluso, vencer la resistencia de las mujeres "castas" a las proposiciones lujuriosas.
 

(4) Según contaban algunas versiones de las antiguas sagas nórdicas (Eddas), el lobo gigante Fenris, en unas era el padre y en otras el hermano de otros dos gigantescos lobos,  míticos,: Sköll, el perseguidor de la diosa Sól, personificación del sol, y Hati, el perseguidor del dios Máni, la personificación de la luna. 
Cuando Hati lograba alcanzar al divino astro nocturno, al morderlo se le habrían desprendido algunos de sus enormes dientes que habrían ido aparar al mundo terrenal, en donde luego eran encontrados. 

Representación artística de la mítica  persecución de las dos dividades celestiales luminosas, Máni y Sól, por parte de Hati y Sköl. 
Ilustración de John C. Dollman para el libro de de Hélène A. Guerber, titulado: Myths of the Norsemen from the Eddas and Sagas (1909). London.
Imagen: Wikipedia

La acción depredadora del enorme lobo celeste podía ser constatada, facilmente, con solo mirar regularmente el cielo nocturno. El fenómeno mítico se producía quellas noches en  que el tamaño de la luna, se iba reduciendo hasta desaparecer, completamente. Esto pasaba todos los meses y duraba unos 14 días:  fases de cuarto menguante y de luna nueva. En otras ocasiones el fenómeno se producía en una sola noche y duraba algunas pocas horas, en realidad se trataba de simples eclipses lunares, parciales o totales. Afortunadamente, para la divinidad y sus adoradores humanos, el dios Máni podía resucitar, después de cada destrucción lobuna. Hecho facilmente constatable al cabo de pocas horas o días de su desaparición del firmamento. 

Una creencia mítica muy semejante, protagonizada por un dragón celeste, devorador de la luna, justificaba la existencia de los enormes dientes desperdigados en ciertos lugares. En realidad se trataba de dientes de Carcharocle megalodon. Esa creencia mítica, determinó que fueran denominados “dientes del dragón de la luna” (Zähne der Monddrache). 

Grabado antiguo, representando el supuesto aspecto del terrible dragón Monddrache, según la descripción aportada por Agrippa de Nettesheim, astrólogo, nigromante y alquimista, alemán, del s. XV-XVI
Imagen: Fotolia

Posteriormente, los enormes dientes de Carcharocles megalodon, también fueron atribuidos a la dentadura de los dragones "comunes y corrientes". Que aunque escasos no eran tan raros como para no encontrarlos en algunos lugares insanos, inhabitados o de difícil acceso.  Por lo que, tambén, se les llamó "dientes de dragón" (Drachenzähne).

Los antiguos germanos, incluso, llegaron a relacionar los dientes fósiles de escualos con Donner, la divinidad que controlaba al rayo, denominándolos por esa creencia "Donnerstein" ("piedra de Donner" = "piedra del dios del de rayo"= "piedras de rayo"), siendo interpretadas como un producto resultante o acompañante del rayo, por lo que como sucedió en otros muchos casos, épocas y lugares, fueron utilizadas para repeler y protegerse contra su impacto.

Descarga de un rayo sobre un árbol solitario, fenómeno que también puede producirse, cuando se dan las condiciones favorables, sobre edificios, personas y animales. La visión de los relámpagos  y el estruendo de los truenos, siempre, han atemorizado a las personas de cualquier época y lugar que, para reducir ansiedad y protegerse, han recurrido a artefactos mentales o tecnológicos
Imagen: feralon


(5) Un relato legendario, supuestamente histórico, que aparece recogido en los Hechos de los Apóstoles (28:2-7), cuenta que el apóstol Pablo de tarso, de camino hacia Roma, había naufragado junto a la costa de la isla de Malta, en un lugar que hoy es la Bahía de s. Pablo. 
Para calentarse y secarse la ropa, decidió hacer una hoguera recogiendo maderas de deriva, secas, acumuladas en la parte alta de la playa. Al encender el fuego, huyendo del calor, surgió de debajo de la leña, una víbora rabiosa que mordió al apóstol. San Pablo que no sufrió los efectos de la mordedura, cogió al pérfido y diabólico reptil y los arrojó al fuego, a la vez que maldecía a toda su familia y descendencia futura. Instantáneamente, la lengua de todas las víboras, de la isla de Malta, que, en aquella época se creía que era la causante de la picadura venenosa, se desprendió y se petrificó, también se les desprendieron y petrificaron los ojos, por efecto de ese milagro paulino, las lenguas y ojos de víbora, petrificados, eran tan abundantes por toda la isla de Malta. Por efecto del mismo milagro, ninguna de las especies de serpientes, isleñas, eran venenosa.


Grabado, representando a san Pablo, en Malta, mostrando a los malteses " la palabra de Dios", al tiempo que exorciza al diablo que le rodea y acosa, representado, en forma de varias serpientes y de un basilisco.Posiblemente impreso durante el s. XIX
Imagen: Cruces y Medallas

Además, existe otro relato legendario, posterior, según el cual, como san Pablo fue quien, por primera vez, cristianizó a los malteses, convenciendolos de la supremacía del cristianismo, gracias a sus grandes dotes de oratoria y a los abundantes milagros realizados, el terreno de toda la isla, para agradecerle los favores recibidos empezó a reproducir y materializar por toda la isla, su santa lengua, en forma de una fina y brillante piedra con forma de lengua humana,  a la que, por su forma, se llamó "lengua de san Pablo".

Las tradiciones paulinas, maltesas, de tipo legendario y supersticioso, relacionadas con los dientes fósiles de diversos peces miocenos, llegaron a los países del centro de Europa, a partir del s. XII, gracias a la conquista de la isla de malta por parte caballeros normandos que facilitaron el conocimiento y la comercialización como remedio de unos objetos que, hasta entonces, sólo eran conocidos en los países del sur de Europa. 

Un enorme diente de Carcharocles (Carcharodon) megalodon, junto a dos dientes del gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias). Compárese el tamaño relativo y compruebense sus dimensiones en la escala inferior.
Imagen: Carcharodon megalodon 

En Malta había y, todavía, hay tres tipos de dientes fósiles de peces, llamados popularmente, según sea su forma y tamaño, respectivamente, " lenguas de san Pablo" (Carcharocles (Carcharodon) megalodon), " lenguas de serpiente"(otros varios géneros de tiburones) y "ojos de serpiente" (Sparus). Estos últimos son idénticos a los que en otros lugares eran llamados, vulgarmente, "piedras de sapo" y no pertenecen peces cartilaginosos (escualos) sino a peces óseos.

Sello maltés de correos, emitido en 1889, representando a san Pablo en la acción de bendecir, desde tierra firme, a dos hermosas señoritas naufragadas, posiblementes, arribadas desde la nave que se está yendo a pique. A la izquierda del santo, se ha representado una víbora que parece flotar en el aire, sobre una pequeña hoguera, aludiendo al milagro realizado por el santo.
Imagen: B&C Stamps

Además de todo lo anterior, se creía que la marga en la que supuestamente, s. Pablo excavó una cueva a la que se denominaba "tierra o piedra de san Pablo"en la que residió, mientras vivió en la isla de Malta y en la que también aparecían aquellas "piedras lenguas" prodigiosas, , también, tenía propiedades curativas por lo que se exportó, a todo el mundo cristiano, con el nombre médico-farmacéutico de "terra sigillata melitensis" hasta mediados del s. XIX, siendo considerada por médicos y farmacéuticos, poco racionalistas, como un excelente remedio.

Cubierta de un librito titulado Seals of medicinal terra sigillata melitensis and pauline traditions in Malta que trata sobre las variadas virtudes y múltiples usos, medicinales, de cierto tipo de margas maltesas. Como ilustración de la cubierta una fotografía del del bajorrelieve estampado sobre un bloque, prensado, de marga melitense, destinado al uso médico. El relive actuaba como certificado de autenticidad.
Imagen: I love books

El tráfico comercial de lenguas y tierra o piedra de s. Pablo, llegó a ser tan amplio, activo y lucrativo que los embaucadores quisieron beneficiarse del negocio, poniendo en circulación lenguas y tierra falsificadas. Tal situación, obligó a los gobernantes, de toda Europa, a tener que crear leyes contra el fraude y castigos para los falsificadores.

 

Fuentes:

 - Anónimo. Breve ragguaglio del Museo del Monastero di S. Martino delle Scale de PP. Benedittini di Palermo, in Opuscoli di Autori Siciliani, vol. XV, 1774, pp. 46-82
- Buonamici, Giovanni Francesco. 1770.  Lettera missiva diretta ad Agostino Scilla li 28 d'Agosto 1668, dove si tratta dell'origine delle Glossopietre, occhi di Serpi, Bastoncini detti di San Paolo, ed altre pietre figurate, che si cavano dall'isola di Malta, e del Gozzo. Palermo
- Cinzia Marra, Antonella. 2008. Glossopetrae: lingue di pietra. PaleoItalia 18, 13-16

- Duffin Christopher J. 2008. Fossils as Drugs: pharmaceutical palaeontology. Ferrantia 54, Musée national d’histoire naturelle, Luxembourg, 83 p. 
-  Duffin, C.J.; Moody, R.T.J. & Gardner-Thorpe, C. Edit. 2013.  A History of Geology and Medicine. Special Publication, 375. Geological Society 512 p.
- Montinaro, Brizio. 1984. Tradizioni paoline I. Revista Apulia, marzo. Banca Popolare Pugliese
- Taylor, Paul D. & Rosenblum, Lisa. 2005. Fish teeth. Fossil Folklore, in Explore the myths about fossils. The Natural History Museum
- Taylor, Paul D. & Rosenblum, Lisa. 2005 . Shark teeth. Fossil Folklore, in Explore the myths about fossils. The Natural History Museum

- van der Geer, Alexandra & Dermitzakis, Michael. 2010. Fossils in pharmacy: from “snake eggs” to “Saint’s bones”; an overviewHellenic Journal of Geosciences 45, 323-331
- Zammit-Maempel, G., 1975. Fossil Shark’s Teeth. A Medieval Safeguard against Poisoning. Melita historica 6 ,  391-410
 



jueves, 9 de enero de 2014

“Huevos de serpiente y lenguas de dragón” (17) (Schlangeneier und Drachenzungen)

Fósiles usados por la medicina popular y la magia defensiva, antes de 1950, en Austria y algunas zonas limítrofes, de países vecinos (Continuación, 15ª parte) 

 
El Dr. Julius Georg FRIEBE, del Museo de la Naturaleza del estado federal de Vorarlberg (Vorarlberger Naturschau), en Dornbirn (Austria), es el autor del texto original, en alemán.    
Heraclio ASTUDILLO-POMBO, del Dept. de Medi Ambient i Ciències del Sòl, de la Universitat de Lleida, ha realizado a la traducción y adaptación, al español, del texto original alemán, así como la elección de todas las imágenes ilustrativas, de los comentarios explicatorios y de los diversos enlaces, con documentos existentes en Internet 

Creencias y prácticas populares relacionadas con algunos tipos de fósiles, considerados como “piedras curativas” (Heilsteine) o “piedras protectoras”(Schutzsteine) (Continuación, 11ª parte)


Las “piedras lenguas” (Zungensteine), “lenguas  de serpiente“ (Natternzungen) y “glosopetras” (Glossopetren)

Durante la Edad Media, los dientes fósiles de tiburón, de diversos tamaños, fueron interpretados como lenguas petrificadas y, en consecuencia, denominados “piedras lengua” (Steinzungen) y “lenguas de piedra” (Zungensteine) y, también, en su versión culta, de origen latino,  glosopetras (Glossopetren), también se las conoció como "lenguas de serpiente" (Natternzungen).  (1)

Lámina del libro de Steno, Elementorum Myologiae Specimen, seu Musculi descriptio Geometrica, cui accedunt Canis Carcharia dissectum Caput, et Dissectus Piscus ex Canum genera, Florentiae, 1667. Mostrando diversos tipos de grandes "piedras lenguas" o "Glossopetrae maiores" que luego son comparadas con los dientes de grandes tiburones contenporáneos, atribuyendo un origen natural y muy antiguo, a las piedras que anteriormente se consideraban de origen prodigioso. Imagen: Arcana naturae

Debido a su asociación con las serpientes, se creía que las piedras lenguaprotegían contra todo tipo de envenenamientos alimentarios y mordeduras venenosas, si se situaban cerca de la fuente del veneno. (2)
Lujoso lenguario del tipo denominado "árbol de lenguas", elaborado entre los siglos 15 y 16, con dientes fósiles de tiburón, colgados de una rama de coral rojo, sobre una base de plata dorada, con aspecto de cáliz. El recipiente hexagonal era un salero. Pertenece al tipo de objetos llamados, en alemán, "Natternzungenkredenz" ("credenciario o acreditador"" de lenguas de serpiente). Forma parte del Tesoro de la Orden Alemana, en Viena, Austria.
Imagen: Wolfgang Sauber-Wikimedia

También se creyó que las lenguas de piedra podían proteger contra los efectos de la brujería y del "mal de ojo", por lo que fueron usados como amuletos protectores y, todavía, hoy en día se siguen usando con esa misma finalidad de defensa mágica, contra los males causados a distancia.  

Ejemplar de diente fósil de escualo, engarzado en plata y adaptado para ser llevado como colgante. Joya amulética elaborada y usada en Francia, posiblemente, en el s. XVIII
Colección de Amuletos, del Pitt Rivers Museum, University of Oxford (Reino Unido)
Imagen:
Virtual colection. Pitt Rivers Museum,  

Hay quien, hoy en día, sigue usando dientes fósiles de tiburón con fines supersticiosos. Otros usuarios dicen hacerlo, solamente, por motivos estéticos, como elemento de adorno personal, colgadas del cuello o de la muñeca, como simples objetos hermosos, realzados por el trabajo artístico de de artesanos o joyeros.
 
Pendientes actuales, elaborados con pequeños dientes fósiles de tiburón, engarzados en oro, suspendidos de una cadenita.
Imagen: Elizabeth Lydon Studio

En tiempos de Plinio "el Viejo", según recogió en su famosa obra Naturalis Historia, los romanos y grecorromanos del siglo I, consideraban las glosopetras (“lengua de piedra”) como un producto prodigioso, resultante de un raro fenómeno astronómico-meteorológico. 
Se creía que se formaban en el cielo nocturno, durante aquellas noches, en las que la luna había menguado de tamaño, lentamente (fases de cuarto menguante y luna nueva) o rápidamente (eclipse lunar, parcial o total). 
Se suponía que aquel extraño tipo de piedras se formaban, en la atmósfera, por influjo de alguna fuerza astrológica y que, luego, se precipitaban hacia el suelo. 

Evolución del aspecto de la luna a lo largo de un eclipse lunar penumbral, sucedido el 18 de octubre de 2013, según imágenes tomadas en Argentina.
Imagen: Brújula

En aquella época, las supuestas piedras mágicas, se usaron para intentar influir sobre el comportamiento de las personas. Se creía que su efecto era más o menos intenso según que el día en que deberían ser usadas, resultase más o menos favorable o desfavorable a la finalidad de uso, según que la luna estuviese en una u otra fases de su ciclo mensual. (3)

En tiempos muy antiguos, cuando los germanos todavía eran paganos, creían que los dientes fósiles de gran tamaño, procedían de las fauces del denominado “lobo de la luna” (Mondwolf), cuyo nombre era Fenrir o Fenris. 
Se trataba, supuestamente, de un lobo gigantesco, que según relataba la mitología nórdica se dedicaba a perseguir, incansablemente, a la luna, para devorarla. El astro nocturno había sido personificado en una divinidad masculina, benéfica, que viajaba por el firmamento nocturno sobre un carro celestial, tirado por dos caballos. La persecución de Fenris se mantenía a lo largo de toda la noche. 

"Atrapando a Fenris"  Ilustración de Dorothy Hardy (1909) para un libro de Sagas nórdicas.
Imagen: Wikimedia

Se suponía que el enorme lobo celeste, cuando había dado algunos mordiscos había perdido alguno de sus grandes dientes, los cuales una vez desprendidos de las fauces, caían hasta la superficie terrestre, en donde de vez en cuando, eran encontrados por los humanos. Debido a estas creencias míticas, los grandes dientes de Carcharocles (Carcharodon) megalodon, en algunas zonas fueron interpretados y denominados “dientes del lobo de la luna” (Zähne der Mondwolfes).  (4)

Después de la cristianización de los paganos germanos, las mismas "piedras lenguas" que, anteriormente, habían sido interpretadas como "dientes de dragón", "dientes del lobo de la luna" o lenguas de serpientepetrificadas, pasaron a ser denominadas  “lenguas de San Pablo(Zähne der st. Paulus) olenguas de serpiente” (Schlangenzungen, Natternzungen). El cambio se debió a la influencia de una leyenda maltesa que acompañó a los dientes fósiles de tiburones que, desde Malta, se comercializaban por toda Europa como remedio, pretendidamente, milagroso para todo tipo de emponzoñamientos. (5) 

Pintura románica, al fresco, de autor anónimo, denominada "San Pablo y la víbora de Malta", del Siglo XII, existente en la capilla de San Anselmo, en la Catedral de Canterbury. Representa un suceso legendario que dio origen a varias supersticiones asociadas a los dientes fósiles de tiburones.
Imagen: Ciudad de la pintura

Todos los tipos de dientes fósiles de tiburones que se han mencionado, una vez pulverizados y añadidos a los alimentos y bebidas o, simplemente, sumergidos en cualquier bebida analcohólica o alcoholólica, fueron usados para tratar diferentes problemas de salud, intentando reducir o evitar sus consecuencias. Así es que fueron usados para combatir dolencias tan diversas como las crisis epilépticas, las fiebres malignas, la viruela o las lombrices intestinales y otros muchos problemas:

“Las lenguas de serpiente son de color pardo y los ojos de serpiente de color amarillento/ pueden encontrar
se por toda la isla/ y pueden comprarse cmo remedio
Las lenguas y los ojos, así como, posiblemente la tierra/ tienen virtudes muy milagrosas / resistiendo a todos los tipos de venenos /Son capaces de preservar, no sólo de los bocados y sorbos venenosos / sino también de la peste y de muchas otras enfermedades. 
 
Aspecto de los llamados "ojos de serpiente", conocidos en otros muchos lugares como "piedras de sapo". 
En relación a las llamadas "piedras de sapo", véase lo ya dicho sobre Krötensteine o Bufoniten, en la entrada del 21 de marzo de 2013, de “Huevos de serpiente y lenguas de dragón”
Imagen: Crapaudines

La forma en que se deben utilizar es la siguiente: los ojos se suelen llevar engarzadas en los anillos como gema / pero de tal manera que toquen sobre la piel de los dedos / como sucede con otras piedras preciosas protectoras. La lengua de serpiente se acostumbra a llevar colgada en el cuello o de los brazos. La Tierra acostumbra a dispersarse en vino o agua / para ser bebida junto con los mismos.”
(Valentini, 1704, citado de Hagn, 1985)


 
Nota informativa del traductor

Dado que existe, publicada, una amplia información, relacionada con este tipo de fósiles, el traductor ha creído conveniente aportar más datos y se ha tomado la libertad de ampliar, ligeramente, el contenido del texto original. Con la intención de que el fenómeno pueda resultar más comprensible y atractivo a l@s lectores/as no especializados. 
La citada ampliación se redactara en forma de notas explicativas, en correspondencia con la numeración que aparece en este texto, a final de determinados párrafos. 
Se publicará, en un breve plazo, en la próxima entrada.