domingo, 14 de agosto de 2011

“Huevos de serpiente y lenguas de dragón” (5) (Schlangeneier und Drachenzungen)

Fósiles usados por la medicina popular y la magia defensiva, antes de 1950, en Austria y algunas zonas limítrofes, de países vecinos (Continuación, 5ª parte)

Autor del texto original, en alemán, Dr. Julius Georg FRIEBE del Museo de la Naturaleza del estado federal de Vorarlberg (Vorarlberger Naturschau), en Dornbirn (Austria)

Traducción y adaptación, al español, del texto original alemán, Heraclio ASTUDILLO-POMBO, Dept. de Medi Ambient i Ciències del Sòl, Universitat de Lleida.


Desde el pasado hasta el presente, seguimos buscando remedios para los temores humanos.

Todavía a mediados del siglo XVIII, las estanterías de las boticas o farmacias, de las grandes ciudades europeas, seguían exponiendo un considerable número de remedios extraños y pintorescos, cuyas supuestas propiedades protectoras y efectos curativos, desde la perspectiva de la lógica racionalista, sólo podrían provenir de sus sugestivos nombres o de sus curiosos aspectos, seguramente, algunos de estos extravagantes remedios, actuaban, mediante la
influencia de ciertos mecanismos psicológicos a los que, en la actualidad, denominamos el efecto placebo”.
Aspecto típico de una vieja farmacia, en este caso se trata de una de época victoriana, mediados del s. XIX, en la ciudad británica de Blists Hill Fotografía de Mike Smith
http://farm5.static.flickr.com/4109/4991098704_d1a7c0eee7_z.jpg

Y a pesar de que, en buena lógica racional, los efectos protectores o curativos, específicos, de
estos remedios, no podían cumplirse, puesto que algunos prometían proteger contra el impacto de la caída de rayos y otros aseguraban neutralizar los efectos perniciosos derivados de los conjuros que se suponía que causaban los hechizos y encantamientos, había otros que aseguraban, incluso, ser capaces de repeler la infección de la peste. Pero hemos de suponer que todos ellos, al menos, debieron servir para garantizar el equilibrio emocional de sus compradores que debían sentirse más seguros, al creerse mejor protegidos o en vías de curación, después de haberlos comprado y usado... además de resultar unos remedio muy útiles para asegurar la estabilidad económica de los boticarios que eran quienes producían remedios populares, tan singulares y quienes luego los dispensaban en sus oficinas de farmacias.

Sin embargo, para algunos estudiosos e investigadores, racionalistas, del fenómeno de la litoterapia, como era el propio Robert Boyle, la supuesta explicación racional, de que determinados amuletos de piedra o que ciertos remedios minerales, pudieran proteger la salud de su portador
contra ciertas infecciones o curar a su consumidor de determinadas dolencias, ya no representaba ningún problema insalvable, por falta de causas naturales y explicaciones racionales. porque que lo que antaño se creía “virtud maravillosa e inexplicable”, propia de determinadas piedras, en realidad, era un efecto natural y explicable que sería debido al hecho de que ciertas rocas y minerales, podrían actuar, directamente y con gran eficacia medicinal, sobre el cuerpo humano, debido a ciertas particularidades de su especial composición y propiedades químicas que, casualmente, resultarían ser favorables para el mantenimiento o la recuperación de la salud humana.

Retrato de R. Boyle, con su bomba de aire en el fondo, grabado de William Faithorne, de 1664 (Colección Sutherland, Ashmolean Museum, Oxford)
Imagen:
http://www.bbk.ac.uk/boyle/
Sin embargo, Robert Boyle, no menciona que no debería olvidarse que ciertas substancias minerales, naturales, tales como el arsénico presente en ciertos minerales o el mercurio, presente con frecuencia en el mineral cinabrio, no resutan nada favorable para la salud humana puesto que son muy tóxicas...
¿Pero qué sucede, en la actualidad, cuando han desaparecido de nuestro mundo actual de personas educadas científicamente, todos los malos espíritus que, antiguamente, la gente se imaginaba que poblaban su mundo: los pérfidos demonios, las malvadas brujas, montadas sobre palos de escoba y otros temibles animales monstruosos, y que se suponía que, permanentemente, amenazaban la salud y la buena suerte de nuestros antepasados?
Hasta los inicios de la Época moderna, en el siglo XVI,
coincidiendo con el Renacimiento, la mayoría de la población creía que todos estos seres maléficos, pululaban por el aire y en tan gran número que, de haber existido, realmente, hubiera resultado muy difícil dar cabida a la moderna navegación aérea de aeronaves comerciales, en tales condiciones de saturación del espacio aéreo...
Grabado en madera, de 1591, representando una escena típica del imaginario popular de la época, en la que se ve al demonio, entregando muñecos mágicos, a unas brujas amigas suyas, con los que podrán realizar maleficios a sus convecinos. En el aire de los alrededores, mientras tanto, pululan seres voladores, infernales, de aliento pestífero.

Imagen: http://www.utexas.edu/features/archive/2004/witches.html

Los modernos malos espíritus que amenazan la integridad de nuestra vida o la conservación de nuestra salud, hoy día, se ocultan bajo apariencias muy diversas y enumerar aquí las diferentes formas modernas que, en la actualidad, amenazan la salud y el bienestar humano, sería demasiado complejo, muy largo y totalmente inútil. Para identificar los variados riesgos modernos que, en la actualidad, nos rodean y amenazan, basta con echar una mirada a la prensa reciente. En ella, se puede percibir el estado generalizado de insatisfacción, de la población y darse cuenta del sentimiento social de inseguridad, todo debido a causas muy diversas, tales como las derivadas del estado de salubridad del medioambiente, de la sensación de inseguridad ciudadana, de la inestabilidad de la economía, de la baja calidad de política representativa, etc.
En la prensa, también, se puede detectar el anhelo humano de las personas por sentirse mucho mejor protegidas, ante las variadas amenazas que existen en el mundo actual y percibir la
necesidad permanente de mantener estabilizado, el nivel y el estilo de vida, actuales, mientras la sociedad es consciente de la situación, extremadamente inestable y cambiante, del mundo actual.
Alarmante escena, en un servicio de transporte público en Ciudad de México, durante una época de epidemia vírica respiratoria, concretamente durante la explosión de la mal llamada "gripe porcina"
Imagen: http://orbitaderotacion.blogspot.com/
También se puede percibir, en la prensa, la preocupación constante de la gente común, angustiada por la situación preocupante que se esfuerza trata
ndo de alcanzar, un estado de armonía o equilibrio, entre la mente temerosa, acuciada por los problemas que percibe en el entorno, y las reacciones en forma de dolencias que manifiesta el cuerpo, como consecuencia del estrés a que está sometido el individuo, con la esperanza de poder prevenir y disminuir ciertos efectos negativos sobre la salud física y mental.
En este contexto de desequilibrio social y medioambiental generalizado, no resulta extraño que a algunas personas, de mentalidad poco científica o escasamente racionalista, se les pudiera ocurrir que el uso de algunos “minerales sanadores” y de ciertas “piedras de meditación”, podría ayudarles a mejorar la calidad de su entorno personal o a encontrar la armonía interior que desean y, así, poder recuperar mejor el equilibro entre el cuerpo y la mente, perdido por causa de las condiciones deficientes o agresivas, características de la vida moderna.
Por otra parte, podemos ver que la moderna "medicina social, de tipo convencional” , al tener que haberse masificado resulta bastante deshumanizada por haberse hecho demasiado despersonalizada. Y que, a veces, resulta totalmente impotente, no sólo en la lucha contra las enfermedades más graves, como son el SIDA o el cáncer avanzado, sino también contra el creciente aumento de las enfermedades de origen psicosomático, causadas por el estresante y frustrante estilo de vida, moderno, excesivamente consumista y hedonista, pero altamente insatisfactorio, emocionalmente, e bastante insano, somáticamente. Esta situación, tan irritante, ha conducido a una posición de rechazo, en la que muchas personas han perdido la fe en la medicina moderna convencional, por lo que han decidido recurrir a ciertas creencias supersticiosas y prácticas mágicas ancestrales, retornando, al antiguo uso de “piedras curativas”.

Zona de urgencias de un moderno centro hospitalario, colapsada por pacientes y personal sanitario.
Imagen:
http://naturasaludcomplementaria.blogspot.com/2011/07/ir-al-hospital-es-mas-riesgoso-que.html

En ciertas situaciones, el miedo a las futuras consecuencias, personales, que puedan tener las malas noticias que continuamente difunden los medios de comunicación, se podría relacionar con una situación comparable al temor a sufrir los efectos maléficos del “mal de ojo” y esta idea que, 'a prori', podría parecer absurda, no carece de fundamento:

”He de confesar que, yo mismo, como cualquier otra persona común, debo enfrentarme,
todos los días, a noticias terribles difundidas por los medios de comunicación que siempre están repletos de información nefasta, de datos negativos, difícilmente comprensibles, o de sucesos inquietantes y de resultados imprevisibles, por todo eso, a veces temo, que mi mente pueda quedar totalmente abrumada, por la gran cantidad de asuntos que todos los días debe procesar, la mayoría de los cuales resultan demasiado complejos o deprimentes. Por tanto, recomiendo que nadie se siente, por la noche, completamente solo ante el televisor y que en caso de tener que hacerlo, considero que sería muy recomendable y beneficioso, haberse colocado, previamente, sobre la oreja izquierda una ramita protectora de artemisa, aunque, tampoco estaría demás, reforzar ese efecto defensivo, colgándose del cuello una guirnalda de ajos protectores.” (ZERLING, 1981).


Cantos rodados y pulidos de turquesa, una piedra usada como amuleto, por muchas culturas, debido a la antigua creencia de que esta piedra, era capaz de proteger a su portador, contra las fuerzas malignas y, además, cambiaba de color, de acuerdo al estado de salud de su dueño.
Imagen: http://www.diorita.es/index.php?content=stones&stone=turquesa


Se trataría, simplemente, de que si usted cree ser una persona influenciable que no resulta, totalmente, inmune a los malos augurios y a sus deprimentes efectos emocionales que se desprenden de la palabrería pesimista o del discurso atemorizante que vierten tantos periodistas y políticos, en los medios de comunicación que usted sigue diariamente, que puede intentar defenderse de la angustia provocada por sus propias reflexiones personales, sobre las posibles futuras consecuencias que las situaciones, terribles y apocalípticas, que ellos pronostican puedan causarle. Siendo consciente de que, tal vez, mediante la ayuda mágica de alguna clase de "piedra (1) protectora" que sea de su absoluta y total confianza,
pueda reforzar su optimismo vital y disminuir su nivel de ansiedad.

NOTA aclaratoria del traductor:
 
(1) Como ya hemos apuntado diversas ocasiones anteriores, la palabra "piedra", en el contexto cultural, de los Lapidarios antiguos o modernos, incluye objetos naturales de naturaleza geológica muy diversa, tales como: minerales, cristales, rocas y fósiles de muchos tipos...e incluso de naturaleza biológica, como la madreperla, la perla, la concha, el marfil, el hueso etc.